La tablet como herramienta para estudios musicales

Hace casi un año, me propuse cambiar la típica libreta que usaba en clase para tomar apuntes por una tablet. Vale, quizá esa era la excusa para comprármela y también usarla para el ocio. Como cuando hace años se decía “el ordenador va muy bien para que el chiquillo haga los trabajos de clase”… ¡mentira! ninguno hemos usado el ordenador para hacer trabajos ni deberes, pero era una excusa para que los padres lo compraran sin sentirse culpables.

Al final me autoconvencí y me compré un iPad Mini 2 de Apple y, la verdad, es que he acabado centralizando en él todo lo relacionado con mis estudios en L’Espai Musical: apuntes de clase, prácticas, grabaciones propias, etc.

Os voy a contar un poco cómo lo uso y qué aplicaciones utilizo por si os puede ser de guía, ayuda o inspiración. Aunque todo lo que voy a comentar son aplicaciones para iPad y orientado a la guitarra, también es aplicable a cualquier otra tablet e instrumento musical. No importa que uséis Android, iOS o Windows ya que las aplicaciones, o alguna similar, las encontraréis para todos los sistemas operativos.

Al final lo importante no son unas aplicaciones o marca en concreto, si no lo que podéis realizar con todas estas herramientas. Otro apunte antes de empezar es animaros a pagar por las aplicaciones que vayáis a usar. Es muy común ver como a la gente le suele echar hacia atrás las aplicaciones que no son gratuitas. Tan solo pensad que si vais a usar una aplicación en vuestro día a día, vale la pena pagar por ella unos cuantos euros antes que usar otra gratuita que no os da todo lo que necesitáis. Podéis probarlas, comparar, buscar reseñas en Internet y al final, si veis que os va a resultar útil, comprarla.

¡Empecemos!

1. GoodNotes: tu nueva libreta

La principal. Si vais a cambiar una libreta convencional por una tablet necesitaréis una aplicación que os permita tomar notas a mano alzada. Con ella podéis tomar apuntes en clase, subrayar, usar colores, etc. Además, tiene algo que me encanta y es un espacio de escritura que amplía parte de la pantalla para tomar notas con más precisión.

Aquí vemos una gran ventaja de lo digital frente a la libreta de toda la vida, y es la gran versatilidad que se obtiene. Podéis tomar notas rápidas y al llegar a casa pasarlas a limpio con buena letra, subrayar, encuadrar, etc, para tenerlo todo organizado y en su sitio. También podéis añadir marcadores a modo de capítulos para encontrar fácilmente las lecciones, e incorpora un buscador que reconoce el texto escrito a mano alzada… eso sí, si tenéis mala letra quizá no os interprete bien todas las palabras.

Podéis añadir imágenes o fotos tomadas con la cámara, importar PDFs y realizar anotaciones sobre ellos, usar imágenes con pautados para poner posiciones de escalas, exportar los apuntes a PDF o imagen… vamos, mil opciones.

Antes de decantarme por esta aplicación probé unas cuantas similares (Notability, Noteshelf… hay un montón) y al final ésta es la que más se acercaba a lo que quería.

Os dejo el enlace a la aplicación en la App Store: GoodNotes

2. Bamboo Stylus: tu nuevo boli

Ya tenemos el soporte físico para la libreta (la tablet) y las hojas (GoodNotes), el siguiente paso es el bolígrafo. Podríais escribir con un dedo, pero es realmente incómodo y os aconsejo que os agenciéis un “stylus”. Aquí volvéis a tener multitud de opciones y cuanto más dinero os gastéis más prestaciones conseguiréis. El stylus lo que os va a permitir es escribir de forma más cómoda pero, básicamente, se comporta como un dedo más. Vamos, que si tocaís la pantalla con otro dedo mientras escribís, también vais a pintar. GoodNotes incluye funciones para detectar la palma de la mano apoyada en la tablet y evitar las “interferencias”, pero no es infalible y tendréis que acostumbraros un poco a usar este tipo de lápices digitales.

Sin embargo, como os decía, cuanto más dinero, mejor lápiz… como todo en esta vida. Existen stylus con puntas más finas o que se conectan por bluetooth y, al estar conectados, sólo hacen caso al lápiz y no a tu mano.

Al final el que tengo es uno normalito marca Bamboo, de la empresa Wacom. Desde que lo uso no he tenido que cambiar la punta (la punta de estos lápices se va desgastando) y, una vez te acostumbras, es cómodo. Para mi criterio es el que mejor relación calidad/precio tiene (o al menos tenía cuando lo compré).

Por si queréis echarle un ojo a los stylus de Bamboo os dejo su página web: Bamboo

3. Guitar Tuna: el afinador que no falte

Nunca sobra tener un afinador, no sólo en la tablet, si no también en el móvil. Es como las púas, que siempre tenéis que llevar una encima por si vais tranquilamente por la calle Colón y, de repente, tenéis que poneros a tocar un solo de Yngwie Malmsteem… ¿a quién no le ha pasado?

Antes de tocar, a menos que seáis Sid Vicious, no es mala práctica afinar el instrumento. Así que es imprescindible que tengáis instalado un afinador. Tenéis millones de aplicaciones para afinar instrumentos. No es que haya probado muchas o sea muy tiquismiquis con los afinadores, porque mi oído es nefasto, pero Guitar Tuna me resuelve la papeleta.

Enlace App Store: Guitar Tuna

4. Tempo: nuestro amigo el metrónomo

Todos tenemos ese amigo visionario que, a toro pasado, no hace más que decirnos cosas como “¿ves? te lo decía” o “si ya sabía yo que no iba a salir bien”, vamos el simpático de todo grupo de colegas. Pues el metrónomo es ese amigo de todo aspirante a músico que se encarga de recordarte constantemente que no tocas tan rápido como piensas o que, a cierta velocidad, te dislocas los dedos haciendo ligados. Aún así, no podemos vivir sin él y hay que aceptarlo tal y como es, con sus implacables “tac-tac-tac”.

Aplicaciones de metrónomo también probé unas cuantas, realmente sólo por estética, pero de casualidad me topé con esta y es con la que me he quedado. Porque no sólo te marca el tempo, si no que también puedes guardarte lo que en la aplicación se llaman “repertorios” y “canciones”. Te permite configurar una métrica, velocidad y las propiedades que pongas, y guardarlas en canciones independientes, de forma que cuando vuelvas a practicar recuperes en un instante la configuración que quieras en ese momento.

Por ejemplo, yo tengo un repertorio llamado “Velocidad” y dentro varias canciones, una por cada ejercicio que hago. Al seleccionar una canción, el metrónomo me pone automáticamente el tempo y el compás que haya guardado, le doy al play y a sufrir. De esta forma podéis guardar canciones con vuestros propios ejercicios. La verdad que es una característica molona.

Aquí podéis bajaros la aplicación de la App Store: Tempo

5. Guitar Pro: un clásico

En la lista no podía faltar el Guitar Pro. No creo que haga falta que comente mucho sobre esta aplicación, ya que seguro que todos la conocéis, sobretodo si sois guitarristas.

Se trata de la versión móvil de la aplicación de escritorio y permite variar la velocidad de la canción, seleccionar qué instrumentos queréis que suenen, elegir pasajes para repetirlos en bucle, etc. Ideal para practicar esa canción o solo de vuestro grupo favorito.

Además, podéis conectar la salida de auriculares con vuestro amplificador para tocar encima. Poco más que decir, imprescindible para leer archivos en formato guitar pro.

Enlace App Store: Guitar Pro

6. GarageBand: grábate para darle la brasa a tus colegas

Si sois usuarios de entornos Apple seguro que conocéis este programa. Se trata de lo que en inglés se conoce como DAW (Digital Audio Workstation), término que podéis decir en un bar a las 5 de la mañana para ir de molones modernos, pero que no deja de ser una aplicación para la grabación y edición de audio. De este tipo de aplicaciones también hay muchas y con millones de posibilidades y opciones, pero si sólo la queréis para grabaros en varias pistas, o cargar una base y grabaros encima, con GarageBand o alguna similar vais más que sobrados.

Por ejemplo, si estáis trabajando en un solo podéis cargar la base de youtube o de donde sea y grabar varias versiones en distintas pistas de audio para ver cuál os gusta más. Tiene muchas más posibilidades pero, la verdad, es que yo no utilizo mucho más.

Si vuestro ampli tiene salida de audio, y tenéis el cable necesario, podéis conectarlo a la tablet y grabaros directamente desde la salida del amplificador para capturar el sonido con calidad. Si no, siempre podéis usar el micrófono de la tablet. Luego podéis exportar vuestras grabaciones a mp3 para mandárselas a los amigos y que os odien por ser tan pesado con la guitarrita.

Descargar GarageBand desde la App Store

7. Chordbot Lite: tu banda de acompañamiento

No todos podemos tener en un armario un bajista y un batería guardados para cuando lo necesitemos, así que hay que buscar alguna aplicación que los supla. Con Chordbot Lite podréis poner una secuencia de acordes, elegir un tempo, uno de los ritmos predefinidos y ale, a improvisar como si no hubiera un mañana.

Como siempre, tenéis más aplicaciones de este estilo por ahí, pero para lo que la utilizo yo a mi me basta con esta. Una más completa de este estilo es iReal Pro. Os pongo el enlace de ambas.

Descargar Chordbot Lite desde la App Store
Descargar iReal Pro desde la App Store

8. Documents 5: para guardar tus cosas

Esta aplicación no es exactamente una aplicación musical, si no un gestor de archivos. Pero también puede tener su utilidad para vuestras prácticas. Yo en ella centralizo todas las bases en mp3 que tengo descargadas, o que me creo desde GarageBand, para tocar encima de ellas. Desde Documents podéis reproducirlas y tocar encima, porque incorpora un reproductor de música. Además, como Documents es un gestor de archivos también podéis tener cualquier otro documento que os pueda servir para vuestro estudio.

Enlace App Store: Documents 5

Y este es el resumen de lo que uso en mi día a día para estudiar música. Como os comentaba al principio, tan solo pretende ser una guía orientativa que os puede dar ideas y adaptarlas a vuestras necesidades. Ni hace falta que uséis un iPad ni estas aplicaciones, pero si os sirve para investigar en este terreno, motivaros y practicar más música, ya ha servido de algo.

¡Hasta la próxima!

Iván García
Alumno de L’Espai Musical